Sonido y salud: Sonoterapia
La Sonoterapia es el arte y la ciencia de trabajar terapéuticamente a través del sonido. Todo el Universo vibra y nosotros formamos parte de este Universo vibrante.
Nuestro propio cuerpo es un diapasón que emite vibraciones y a la vez vibra constantemente con todo el entorno. Cada átomo, cada molécula, cada célula de nuestro cuerpo tiene su propia resonancia. Lo mismo se puede aplicar a cada órgano del cuerpo y a cada centro energético. Éste resuena con más o menos simpatía ante otro objeto, persona o situación. En la vibración subyace un movimiento constante, no solamente en todo nuestro planeta, la Tierra, sino también entre los cuerpos celestes, estrellas, galaxias, etc.
Cuando nos ponemos enfermos, alguna parte de nuestro organismo no está en armonía. Esta carencia o disonancia, es decir, esta falta de consonancia en nuestro interior y consecuentemente con nuestro entorno, se puede resolver a través de la terapia del sonido, para recuperar el equilibrio corporal y por tant,o volver al estado natural armónico de nuestra persona. El estado natural armónico y de bienestar significa encontrar un nivel físico, emocional, mental y espiritual óptimo.
La terapia del sonido se ha aplicado desde la Antigüedad en todas las culturas. En el campo de la sonoterapia tiene cabida el trabajo del canto de armónicos, de los cantos sanadores, actualmente desarrollo una vertiente con cuencos tibetanos, de los diapasones con determinadas frecuencias, y evidentemente, con otros instrumentos como el monocordio, los tambores, diferentes percusiones, las flautas, etc.
La Sonoterapia ayuda a liberar el estrés y la ansiedad, a mejorar la concentración y la visión en todos los aspectos: los hemisferios cerebrales, el equilibrio del sistema endocrino, los dolores de cabeza y a desrrollar nuestra creatividad. También contribuye a la meditación y a la vez, aumenta nuestra energía y permite sanar enfermedades graves.
Todos los sonidos y también obviamente la música, producen cambios en el líquido cefalorraquídeo que rodea nuestro cerebro, y por tanto, colaboran en la activación y relajación del sistema nervioso del cuerpo.
El sonido como forma de energía es neutral. Cuando lo dirigimos hacia nuestro cuerpo, el sonido crea un efecto beneficioso. Por lo tanto, consideraremos importante hacer un uso adecuado, para que incida de forma positiva en nuestro organismo y en el entorno. Una indebida utilización del mismo puede provocar, por el contrario, auténticos desequilibrios corporales y afectar a nuestro entorno, nuestro planeta Tierra, y por tanto, el equilibrio de todo el conjunto de la Vida.
Sesiones de Sonoterapia
INDIVIDUALES: Se realizan sesiones individuales para temas concretos que quiera trabajar la persona en el plano físico, emocional o mental. Éstas son de una duración aproximada de 45 a 50 minutos.
COLECTIVAS: Se llevan a cabo también, sesiones en pequeños grupos para trabajar la voz, el movimiento, les emociones, así como la propia conexión y la relación con otras personas, conviertiéndose así en una forma de liberar tensiones y abrir nuestra expresión y creatividad, como una manera de ganar autoconfianza y amor hacia nosotros mismos y nosotras mismas. Las sesiones tienen una duración de unos 60 minutos.
Nuestro propio cuerpo es un diapasón que emite vibraciones y a la vez vibra constantemente con todo el entorno. Cada átomo, cada molécula, cada célula de nuestro cuerpo tiene su propia resonancia. Lo mismo se puede aplicar a cada órgano del cuerpo y a cada centro energético. Éste resuena con más o menos simpatía ante otro objeto, persona o situación. En la vibración subyace un movimiento constante, no solamente en todo nuestro planeta, la Tierra, sino también entre los cuerpos celestes, estrellas, galaxias, etc.
Cuando nos ponemos enfermos, alguna parte de nuestro organismo no está en armonía. Esta carencia o disonancia, es decir, esta falta de consonancia en nuestro interior y consecuentemente con nuestro entorno, se puede resolver a través de la terapia del sonido, para recuperar el equilibrio corporal y por tant,o volver al estado natural armónico de nuestra persona. El estado natural armónico y de bienestar significa encontrar un nivel físico, emocional, mental y espiritual óptimo.
La terapia del sonido se ha aplicado desde la Antigüedad en todas las culturas. En el campo de la sonoterapia tiene cabida el trabajo del canto de armónicos, de los cantos sanadores, actualmente desarrollo una vertiente con cuencos tibetanos, de los diapasones con determinadas frecuencias, y evidentemente, con otros instrumentos como el monocordio, los tambores, diferentes percusiones, las flautas, etc.
La Sonoterapia ayuda a liberar el estrés y la ansiedad, a mejorar la concentración y la visión en todos los aspectos: los hemisferios cerebrales, el equilibrio del sistema endocrino, los dolores de cabeza y a desrrollar nuestra creatividad. También contribuye a la meditación y a la vez, aumenta nuestra energía y permite sanar enfermedades graves.
Todos los sonidos y también obviamente la música, producen cambios en el líquido cefalorraquídeo que rodea nuestro cerebro, y por tanto, colaboran en la activación y relajación del sistema nervioso del cuerpo.
El sonido como forma de energía es neutral. Cuando lo dirigimos hacia nuestro cuerpo, el sonido crea un efecto beneficioso. Por lo tanto, consideraremos importante hacer un uso adecuado, para que incida de forma positiva en nuestro organismo y en el entorno. Una indebida utilización del mismo puede provocar, por el contrario, auténticos desequilibrios corporales y afectar a nuestro entorno, nuestro planeta Tierra, y por tanto, el equilibrio de todo el conjunto de la Vida.
Sesiones de Sonoterapia
INDIVIDUALES: Se realizan sesiones individuales para temas concretos que quiera trabajar la persona en el plano físico, emocional o mental. Éstas son de una duración aproximada de 45 a 50 minutos.
COLECTIVAS: Se llevan a cabo también, sesiones en pequeños grupos para trabajar la voz, el movimiento, les emociones, así como la propia conexión y la relación con otras personas, conviertiéndose así en una forma de liberar tensiones y abrir nuestra expresión y creatividad, como una manera de ganar autoconfianza y amor hacia nosotros mismos y nosotras mismas. Las sesiones tienen una duración de unos 60 minutos.